Por Sebastián Álvarez, alcalde de Pucón
Cada 27 de septiembre, el mundo celebra el Día Internacional del Turismo, una fecha impulsada por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para reflexionar sobre la importancia de esta actividad como motor social, cultural, político y económico. Este año, bajo el lema “Turismo y transformación sostenible”, se nos invita a mirar el futuro de la industria con responsabilidad, entendiendo que el verdadero progreso turístico no se mide solo en números de visitantes, sino en la capacidad de generar bienestar, inclusión y equilibrio con nuestro entorno.
En Pucón, reconocida como la capital del turismo aventura de Chile, asumimos este desafío con un compromiso profundo. Nuestra comuna concentra 21 de las 24 actividades de turismo aventura registradas en Sernatur, lo que nos convierte en el destino con mayor diversidad de experiencias de este tipo en el país. A ello se suma una robusta oferta de servicios, con 310 patentes gastronómicas y 201 de alojamiento turístico, que hablan de un ecosistema turístico vivo, dinámico y en permanente crecimiento.
Sin embargo, sabemos que esta riqueza también conlleva una gran responsabilidad: garantizar que el desarrollo turístico se traduzca en una simbiosis positiva con la naturaleza. No podemos hablar de turismo en Pucón sin hablar, al mismo tiempo, del cuidado del medio ambiente, porque son nuestros ríos, montañas, bosques y el imponente volcán Villarrica los que nos han regalado la oportunidad de ser un destino reconocido internacionalmente.
Como alcalde, he asumido esta tarea no solo como un deber institucional, sino como una responsabilidad personal. Hemos orientado nuestras políticas y acciones hacia un modelo de turismo sostenible, que no depreda, sino que protege; que no excluye, sino que integra; que no agota los recursos, sino que los pone en valor para las generaciones presentes y futuras.
El desafío es enorme, pero también lo es nuestra convicción: en Pucón estamos trabajando para que el turismo no sea solo una industria de corto plazo, sino una herencia sostenible para todos quienes habitan y visitan nuestro territorio. Esa es, estoy convencido, la única manera de garantizar que nuestra comuna siga siendo un destino imperdible, no solo por sus paisajes y experiencias, sino también por la manera en que protege y honra su patrimonio natural y cultural.