En un escenario global donde el turismo enfrenta el desafío urgente de ser más responsable con el medioambiente, surgen en Chile iniciativas visionarias. Uno de ellos es Das Dorf Hotel Boutique, ubicado a las afueras de Pucón, un servicio turístico de creciente interés tanto por su belleza natural como por su apuesta por un desarrollo más consciente.
Abierto en diciembre de 2020, Das Dorf no solo nació en medio de una pandemia global, sino también en plena transformación del turismo hacia modelos más sostenibles. Su propuesta va más allá del concepto de lujo convencional: aquí, el confort se define por su coherencia con el entorno. “Nuestra idea fue siempre generar bienestar sin alterar el equilibrio de la tierra”, explica Francisca Soto, administradora del hotel.
La experiencia que ofrece Das Dorf está cuidadosamente diseñada para integrarse al territorio. La cocina del hotel trabaja principalmente con productos de temporada y de origen local, adquiridos en un radio inferior a 100 kilómetros, lo que fomenta la economía circular y reduce la huella de carbono asociada al transporte. Además, una huerta orgánica abastece de vegetales y hierbas frescas al restaurante, y todo residuo orgánico es compostado in situ, cerrando un ciclo virtuoso.
PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL
La gestión de residuos, la eficiencia energética y la accesibilidad también son pilares de su operación. El hotel utiliza calefacción a pellet, amenities reutilizables y sistemas de reciclaje activo. Recientemente, Das Dorf implementó una planta solar que ya cubre un tercio de su consumo eléctrico, y que forma parte de un plan más ambicioso para avanzar hacia la autosuficiencia energética.
Este enfoque integral hacia la sostenibilidad se enmarca en una tendencia creciente en Chile, donde el turismo comienza a comprender su rol clave en la protección del patrimonio natural y cultural. Iniciativas como la de Das Dorf no solo marcan una diferencia ambiental, sino también una nueva relación entre visitantes y territorio.
“El turismo del futuro no puede ser extractivista. Tiene que inspirar, educar y retribuir”, comenta Soto. Y es esa visión la que impulsa a este pequeño hotel a convertirse en una gran referencia del turismo regenerativo en el sur del país.
Más allá del descanso, Das Dorf propone una experiencia con propósito. Una invitación a reconectar con lo esencial y a valorar un lujo que no contamina ni excluye: el de vivir en armonía. Un ejemplo que demuestra que es posible ofrecer experiencias memorables sin comprometer el medio ambiente.
