Desde 1996, Rap Burger se ha establecido como un imperdible de la gastronomía en Pucón, siendo sinónimo de calidad, tradición y buenos precios. Fundado por Patricio Contreras y Yenny Rojas, el restaurante comenzó su aventura como un emprendimiento familiar, tomando las iniciales RAP de sus hijos Rodolfo, Arturo y Patricio, quienes actualmente continúan con el legado.
Una parada obligatoria para quienes visitan el destino en toda época del año, y un lugar de encuentro para los puconinos, Rap Burger sorprende con innovaciones culinarias como mermelada de tocino, papas bravas con cebolla morada y hamburguesas con pesto, que logran enamorar hasta los paladares más exigentes.
Pero no solo tienen innovaciones culinarias, la familia fundadora tiene una visión de futuro comprometida con un enfoque integral en sostenibilidad, abordando los desafíos ambientales, sociales y económicos. Por ello, han instaurado algunas iniciativas como:
- Energías Renovables: Rap Burger ha instalado una planta solar para autoabastecerse de energía, demostrando su compromiso con el uso de energías limpias.
- Reciclaje: La implementación de la segregación de origen permite el reciclaje eficiente de latas, vidrios y cartones, reduciendo significativamente los residuos que terminan en sitios de disposición final.
- Economía Circular: La colaboración con productores locales de hortalizas, cervezas, agua mineral y otros licores no solo fortalece la economía local, sino que también disminuye la huella de carbono.
Estas prácticas no solo benefician al medio ambiente, sino que también mejoran la eficiencia operativa del negocio “Nos sentimos con la responsabilidad de cooperar con las problemáticas socioambientales de Pucón, esa es una de las razones por las que decidimos incorporar este tipo de tecnologías verdes y prácticas sostenibles en nuestra empresa familiar.
Realizar inversión en tecnologías es arriesgarse, pero vale la pena porque no solo disminuyen los costos a largo plazo sino también mejoran las condiciones de trabajo del equipo”, asegura Rodolfo Contreras, actual administrador del restaurante.
Rap Burger se ha transformado en un ejemplo de cómo las empresas familiares pueden adoptar prácticas y tecnologías sostenibles y contribuir así desarrollo equilibrado tanto en las áreas ambientales, sociales y económicas.